Aquíestamos,
como casi siempre saqueados,
sintiendo pasar de largo la felicidad;
aquí se estratifican las frustaciones,
capa a capa,
cavando trincheras en la hiel
y las mentiras,
como monótonas tinieblas
que nos amparan ante cada amanecer,
refuerzan los cimientos
de un placer aséptico que "no da".
Ahora sube el telón
y todos,
sin vergüenza,
exhibimos
nuestras imposibles y estúpidas almas,
cacareando arengas místicas o subversivas
en el bazar de la esperanza,
y como brillante colofón
para... Continuar leyendo